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¿Por qué crees lo que crees?

  • Foto del escritor: Rubén Peralta
    Rubén Peralta
  • 29 dic 2021
  • 3 Min. de lectura


Historia que no es ajena

- "Y si, no hay marcha atrás estoy decidida"... Esta frase es la que mi tía le repetía una y otra vez a mi mamá aquella mañana que llegó de visita a nuestra casa. Ese día lo recuerdo perfectamente porque tuve la primera oportunidad sin adiestramiento previo, de cambiar por vez primera el pañal a una bebé. Esa bebé es mi prima, que en aquel entonces tenia alrededor de dos años y yo tenía apenas siete. Recuerdo también que cuando mi tía llegaba de visita, solía ponerme muy feliz porque con ella llegaban también sus otros dos hijos y jugábamos sin parar. Aquella ocasión su visita fue inhabitual, casi como desesperada y fugaz.


La plática entre mi madre y mi tía no podía tener pausa alguna, es por ello que el tiempo se desperdiciaría si mi tía hubiera cambiado el pañal a su hija. Sin preguntarme si podía o sabía hacerlo, me pidió cambiar a la niña sin mirarme a los ojos; tímidamente mire a mi mamá y ella estaba absorta con los ojos saltones mirando fijamente a mi tía, con el deseo impetuoso de contestarle, pero al mismo tiempo esperando que yo saliera de la escena.



Desde la habitación contigua pude con claridad escuchar lo que mi mamá le respondía, mientras hacia malabares con ambas piernas inquietas de mi prima y el pañal. -"Tengo muy claro lo que mamá nos dijo, ella no se separó de nuestro padre por nosotras; ella aguantó todos los malos tratos por amor a sus hijas. Si yo no me he separado de Pepe, es precisamente por lo que mamá nos inculcó, y si yo no lo he hecho; tu tampoco deberías hacerlo. Además si mamá se entera, se va a enfermar y eso, eso si no te lo voy a perdonar". y remató diciendo "Si lo que querías es casarte, ahora te aguantas".


Hoy que mi matrimonio es un desastre, suena y retumba en mi mente aquella plática. Mi mamá no sabe de lo mal que lo estoy pasando, mientras que yo sigo sin saber porque no tengo la determinación para tomar las decisiones que le den paz y armonía a mi vida.


La cita

"Si en este momento estas sufriendo, analiza muy bien tus creencias, porque en ellas esta la raíz de tu sufrimiento"

Creencia

La Real Academia define la creencia como el firme asentamiento y conformidad con algo. Las creencias son principios de acción sobre los que actuamos como si fueran ciertos.

Para creer en lo que hoy crees, primero debiste haberlo percibido, es decir; lo escuchaste, lo viste, lo tocaste, lo probaste o lo oliste. Considerando este como el origen de tus creencias, será entonces necesario hacer notar que tus percepciones son tan solo apreciaciones relativas de la realidad y no es la verdad absoluta, como tendemos a suponer.


Si las creencias parten de un origen relativo, entonces porque defenderlas como la verdad absoluta. Las defendemos como verdad absoluta hasta que analizamos y descubrimos que nuestros sentidos solo están aptos para proporcionarnos tan solo una parte de la realidad.


Flexibilidad cognitiva

La flexibilidad cognitiva la obtenemos desde que le otorgamos la relatividad y la subjetividad que merece toda aquella información proveniente de nuestros sentidos. Somos flexibles cognitivamente cuando entendemos que a cada persona le pertenece una parte de la verdad, que esa parcialidad puede ser compartida y nosotros podemos aceptarla o no, para enriquecernos cognitivamente en la medida en que nos dispongamos a conocer el mundo a través del lente de otros.


Valores vs Creencias

Los valores a diferencia de las creencias son absolutos y trascienden en el tiempo. Las creencias por su parte son relativas, tan solo recordemos que lo que creías y defendías cuando estabas en etapa preescolar, cambio mucho cuando cursabas la educación primaria. Ni decir de aquellas creencias que defendías cuando asistías a la secundaria o preparatoria, con las que tenias ya en la etapa universitaria. Seguramente lo que hoy crees y defiendes, en los próximos años darán paso a nuevas creencias.


Toma nota en lo siguiente, la determinación en la toma de decisiones es frágil cuando nos basamos más en las creencias que en los valores y no es tan sencillo como parece porque nuestros padres o alguna otra figura de poder, nos pudieron haber contado mil historias para que creyéramos en lo que ellos creen y habernos transmitido tan solo, alrededor de una decena de valores.


Discernimiento

Discernir es distinguir por medio del intelecto una cosa de otra o varias cosas entre ellas. Hoy te invito a discernir para que puedas distinguir aquellas creencias sustentadas en valores de aquellas que no tienen fundamento alguno. Te invito a discernir hasta que puedas convencerte que la información que te envían tus sentidos no son absolutas verdades y por ultimo, te invito a discernir para que puedas distinguir entre las personas con rigidez cognitiva de aquellas que tienen flexibilidad cognitiva.




Rubén Peralta Lazo

PSICÓLOGO




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