¿Tristeza o depresión?
- Rubén Peralta
- 15 mar 2018
- 3 Min. de lectura

Historia que no es ajena
Este cansancio habitual que siento suelo atribuirlo a las actividades que realizo durante la mañana, que a decir verdad; antes hacia más cosas y, es que después del mediodía comienzo a sentir deseos de parar todo e irme a descansar. En las últimas semanas comienzo a postergar actividades y prefiero dejarlas para el día siguiente y hoy ante el cúmulo de cosas por hacer, tan sólo me cansa pensarlo.
En mi recamara, acostada con los ojos cerrados, escuchando mi alrededor... de pronto recordé a Mary, mi amiga de la estética, que por cierto le admiro por la energía que irradia y la fortaleza con la que trabaja. Hace tiempo que no la veo, no porque ella trabaje mucho, sino más bien, porque deje de visitarla como solía hacerlo, cuando me embellecía mi cabello y le cambiaba la imagen a mis manos y mis pies con artísticas intervenciones.
Ahora que veo con atención las uñas de mis manos, veo en ellas un espejo que refleja el ánimo y la imagen que desde hace tiempo he proyectado. Involuntariamente acude a la conciencia la pregunta incómoda y frecuentemente expresada por mis amigas:
¿Te pasa algo?
Que yo en automático respondo - No, nada.
y que mi cuerpo siempre interrumpe diciendo - Si, mucho.
Y es que... desde que me casé mi vida cambió radicalmente... y jamás ha sido igual, mucho menos mejor como supuse que iba a ser. Como mi pecho comienza a sentir opresión y mis lágrimas anuncian su llegada, termino preguntándome ¿será normal lo que siento?, ¿será una exageración?, ¿podré sola?, ¿necesito ayuda?, ¿simple tristeza o profunda depresión?
Sin lograr dar respuestas a mis interrogantes, son ya las 21:45 horas; queriendo eso si que termine el día, pero sin ganas de que comience otro.
La cita
“Antes de que te diagnostiques con depresión o baja autoestima, primero asegúrate de no estar rodeado de idiotas”.
Sigmund Freud

Para que tomes nota
Mientras que la tristeza según Paul Ekman (psicólogo norteamericano) es una emoción básica, la depresión es un trastorno de salud mental severo.
Cuando estamos tristes, no experimentamos cambios radicales en la activación cerebral, sin embargo; las personas en estado depresivo presentan un nivel de activación en varias zonas del cerebro inferior al esperado.
La tristeza es una condición pasajera, la depresión es un trastorno serio que debe ser tratado por un profesional; mientras que las personas tristes no requieren tomar medicamentos, las personas con depresión pueden necesitarlos.

La confusión
Generalmente solemos confundir la tristeza con la depresión porque desconocemos que la primera, sólo es un síntoma de la segunda; pero cabe extenderse y precisar que la tristeza NO es el único síntoma que presentan las personas depresivas.
La depresión viene acompañada de algunos de los siguientes síntomas, el estado de ánimo suele alterarse y presentar desesperanza, pérdida de interés, culpa y apatía. En el peso corporal pueden presentarse aumento o disminución muy notoria. En lo que respecta al sueño, existen alteraciones tales como el insomnio, la somnolencia excesiva, despertar muy temprano o sueño intranquilo. Nuestro comportamiento cambia considerablemente debido al aislamiento social, la irritabilidad, la agitación o el llanto excesivo que generalmente se observa. En el área cognitiva sucede lentitud para realizar las actividades, análisis repetidos de pensamientos, falta de concentración y pensamientos de suicidio. En nuestro cuerpo suele haber fatiga, hambre excesiva o pérdida de apetito.

Nuestro lenguaje
Es entonces, en la actualidad ya hasta común en conversaciones cotidianas usar la palabra depresión como sinónima de tristeza o de desánimo. Ahora entendemos que esto sucede debido al desconocimiento que se tiene de la depresión como tal.

Para saber más
Es de suma importancia saber que existen dos tipos de depresión, conocidas como depresión endógena y depresión exógena.
La depresión endógena se origina por cambios fisiológicos en el cerebro, sin que el ambiente juegue un papel relevante. Es decir, los síntomas aparecen sin un motivo aparente. Las depresiones endógenas suelen ser hereditarias.
La depresión exógena es detonada por acontecimientos exteriores, como la muerte de un ser querido, una infidelidad, el desempleo. Se cree que los pacientes con depresión exógena sufren una combinación entre acontecimientos difíciles y cierta predisposición bioquímica, aunque no es por sí sola el desencadenante.
En todos los casos es recomendable recibir la ayuda de un profesional de la salud mental. En otro momento platicaremos acerca de su tratamiento y de su pronostico.

Para finalizar
La vida esta completa de circunstancias y de momentos, saber sacar mejor partido de ellos es vivir nuestra realidad, sin aferrarnos a lo ideal. Pensar reiteradamente sobre lo mejor que debiera ser mi vida genera insatisfacciones y frustraciones que nos impiden disfrutar hasta de lo bueno. Para superar las adversidades es imprescindible aceptar la realidad y trabajar inicialmente desde lo personal para transformarla.
Hay situaciones que están fuera de nuestro control, sin embargo; para que nos afecten necesitamos estar fuera de foco, atendiendo y preocupándonos de lo ajeno por encima de lo nuestro. Lo que si podemos controlar son nuestros pensamientos, nuestras palabras, el esfuerzo, las actitudes y las acciones.
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